La escritora vallisoletana afincada en Madrid Reyes Calderón ha presentado en la Feria del Libro de Valladolid su último libro ‘El juego de los crímenes perfectos’, un thriller ambientado en los momentos más duros de la pandemia, “cuando no teníamos mascarillas y cada día moríamos por miles”.

En un encuentro conducido por la periodista Marta Bermejo, Reyes Calderón, ha destacado que lo vivido durante la pandemia y el confinamiento es algo que deja marcada a la sociedad y “será algo que contaremos a nuestros nietos”. Desde su perspectiva, esta situación límite vivida sacó de la sociedad lo mejor y lo peor. Por un lado, ha destacado la labor de los sanitarios “que en aquellos momentos se estaban jugando realmente la vida” y los aplausos de la ciudadanía a las ocho de la tarde.

Frente a lo que ha calificado como una clara muestra de humanismo, lo ha contrapuesto con quienes se han tratado de beneficiar y sacar provecho de la catástrofe. “La pandemia era el caldo de cultivo perfecto para la corrupción. En esos momentos tan difíciles nos hacíamos hasta las masacrillas en casa a lo que tenemos que sumar que quien tiene la posibilidad de abusar de su poder se siente protegido”, ha apuntado

En su caso, eligió este periodo para ambientar su novela como un protagonista más. “Un momento como éste debía formar parte de la literatura”, ha defendido, si bien ha añadido que a su juicio será un tema que irá bajando progresivamente.

Durante la rueda de prensa previa, Reyes Calderón ha desvelado que tuvo que en una primera escritura de ‘El juego de los crímenes perfectos’ le salió una novela de 800 páginas. “Comencé a escribirlo cuando aún no había una vacuna”, ha reconocido. Las 300 páginas que ha tenido que “podar” eran las que hacían más referencia a explicar la pandemia, que las ha sustituido por pequeños flashes de contextualización. “Esa labor de recorte es similar a cortare un brazo, pero al final te das cuenta de que había cosas que podían despistar al lector de la trama”, ha añadido.