Bajo el título “Un viaje de ida y vuelta: Valladolid y Lima”, el escritor y diplomático Alonso Ruiz Rosas y el historiador Víctor Peralta Ruiz han ofrecido una mirada compartida sobre los vínculos entre Perú y España, en un encuentro celebrado en el Círculo de Recreo de Valladolid. Una relación forjada durante más de tres siglos y que, en palabras de los ponentes, sigue suscitando hoy intensas controversias políticas, culturales e identitarias.

Ruiz Rosas, encargado de abrir la sesión, ha hecho un recorrido literario y simbólico por los ecos cruzados entre ambas ciudades, con especial atención a figuras como el Inca Garcilaso de la Vega, símbolo del mestizaje y testigo privilegiado de la transformación de las culturas indígenas bajo el dominio español. El escritor ha subrayado cómo “la historia compartida entre España y Perú está profundamente tejida de contradicciones, pero también de encuentros. No se trata de negar los abusos del pasado, pero tampoco de renegar del proceso histórico que nos configura”.

El autor ha recordado el impacto de la llegada de la imprenta a Lima en 1580 como uno de los elementos que consolidó un espacio cultural común en el mundo hispanoamericano, y cómo la literatura se convirtió desde entonces en un instrumento de poder, pero también de resistencia y reinterpretación. Ruiz Rosas ha subrayado que figuras como Garcilaso o Guamán Poma de Ayala “no fueron meros cronistas, sino constructores de identidad” y ha llamado a que la literatura y la historia vuelvan a ser herramientas para el diálogo entre las dos orillas del Atlántico.

A continuación, Víctor Peralta Ruiz, investigador especializado en el mundo virreinal y las élites de poder, ha profundizado en los aspectos más conflictivos del proceso colonial. Ha centrado su intervención en los debates actuales que dividen a sectores hispanistas —que defienden el legado civilizador de España en América— y corrientes decoloniales —que denuncian el colonialismo como un sistema violento, extractivista y destructivo—. Frente a esta polarización, Peralta ha apostado por una tercera vía: la historia crítica.

“No se trata de reivindicar ni la leyenda negra ni la dorada. Ambas simplifican. Lo que necesitamos es una lectura histórica rigurosa, libre de intereses ideológicos, capaz de entender la complejidad de lo que ocurrió durante esos tres siglos”, ha señalado. En su opinión, “los vínculos entre España y Perú no pueden comprenderse como una dominación unilateral ni como una historia de redención. Fueron, sobre todo, procesos de transformación mutua, a veces traumáticos, pero también profundamente creativos”.

Peralta ha recordado cómo, ya desde el siglo XVI, las comunidades indígenas, las élites criollas y los poderes eclesiásticos generaron sus propios discursos, adaptaciones y formas de resistencia. También llamó la atención sobre la utilidad política que tiene hoy el pasado colonial, “tanto para quienes lo reivindican como para quienes lo rechazan”, y reivindicó el papel de la historia como disciplina académica, no como arma arrojadiza.

Ambos ponentes han coincidido en que el presente exige una revisión serena del pasado. “No podemos seguir abordando la historia desde la confrontación o la culpabilización heredada. Hay que leer el pasado con sentido crítico, con datos, con conciencia de época, y también con la voluntad de reencontrarnos”, ha concluido Ruiz Rosas.

La mesa redonda, organizada en el marco del programa dedicado a Perú como país invitado de esta edición de la Feria, fue un ejercicio de reconciliación intelectual con la historia. Un intento de desmontar relatos únicos y ofrecer, en su lugar, un mosaico de voces, documentos y experiencias que nos ayuden a entender de forma más madura la profunda huella compartida entre Valladolid y Lima, entre España y América.