La escritora, gran defensora de la lucha feminista, retrata la vida de dos mujeres “heroicas” que consiguen cambiar las normas, un hecho que va a revertir en ellas mismas y en las mujeres de “futuras generaciones”  VALLADOLID. 5 DE JUNIO DE 2021. Un relato de amistad, esfuerzo y lucha por la libertad. Esa es la historia de ‘El lunes nos querrán’, el último libro de Najat el Hachmi con el que ha conseguido este año el Premio Nadal. “Sigo sin tener este premio interiorizado. Para mí tiene una carga simbólica muy importante y a veces me rebasa un poquito, pero estoy muy agradecida”, ha confesado durante la rueda de prensa anterior a la charla que ha compartido junto a la periodista Carmen Domínguez en el Salón Principal del Círculo de Recreo en la 54 Feria del Libro de Valladolid.   

La novela cuenta la historia de una chica de diecisiete años que vive rodeada de opresión y que anhela la libertad que tienen otras chicas de su edad. Todo empieza cuando conoce a otra chica con padres muy diferentes a los suyos y, puesto que su amiga representa todo lo que ella ansía en ese momento, decide enfrentarse junto a ella a los primeros problemas de la vida adulta.  Un tema crucial en ‘El lunes nos querrán’ es el sentimiento de la soledad, pero no la que se elige por voluntad propia, sino la que se siente cuando la familia no entiende tu forma de entender la vida. “Son mujeres jóvenes que están comenzando un camino nuevo. Se sienten invisibles, no es que no se sientan comprendidas, es que nadie sabe que existen. Viven en un barrio segregado, una realidad que observamos a lo largo de todo el territorio. Y esa amistad se convierte en su asidero”. La historia no es autobiográfica, aunque está basada en “la vida de muchas otras mujeres que han pasado por cosas parecidas”. “La repercusión que está teniendo la novela está siendo muy bonita, porque me estoy encontrando con lectoras que no lo han sido hasta ahora. Muchas han decidido leer por primera vez porque es una historia que les afecta de pleno”.  Esta reflexión es algo que entusiasma a Najat el Hachmi y que la convierte, según ha dicho, en una persona privilegiada. “Los escritores podemos contribuir a hacer visible aquello que no queremos ver. El lugar en el que ponemos el foco es muy importante. Nosotros decidimos. La conciencia consiste en ocuparte de aquellas historias que no se están contando”.  Para la escritora, gran defensora de la lucha feminista, sus protagonistas son personas “heroicas” porque consiguen cambiar las normas y eso va a revertir en ellas mismas y en las mujeres de “futuras generaciones”.  Estudió Filología Árabe en la Universidad de Barcelona y ha trabajado como mediadora cultural y técnica de acogida. Llegó a la ciudad barcelonesa de Vic desde Nador, una pequeña ciudad marroquí situada a 15 kilómetros de Melilla cuando tan solo tenía ocho años. Nada más mudarse a la casa de su padre notó el contraste entre los dos países. “Viví el cambio con mucho entusiasmo, con mucha ilusión, me acuerdo de la sensación de estar aprendiendo muchas cosas nuevas a la vez. Nosotros veníamos de un pueblo muy pequeño en una casa de adobe sin electricidad ni agua caliente. Cuando llegamos a Vic enseguida comenzamos a ir al colegio, algo que nos ayudó mucho. Fueron años muy estimulantes y distintos a los que vivimos ahora”. De hecho, confiesa que el tema de la identidad es algo que le preocupa desde años y, analizando su vida, asegura que al principio ella no tenía ningún problema con ello. “El problema solo viene cuando se te niega esa pertenencia, cuando los que son de aquí solo incluyen a los que llevan varias generaciones en esta tierra”. Por este motivo, una de sus mayores reivindicaciones es decir bien alto que los inmigrantes no son “temporales, porque si pueden no vuelven a emigrar”. “Sigue existiendo esa visión de que todos los que son de este país tienen que ser de padres y abuelos de aquí. Nosotros no somos natalidad importada, somos ciudadanos de pleno derecho, porque la ciudadanía se adquiere por derecho, no por sangre”. Para ella, la realidad social es que todos estamos “más mezclados de lo que nos quieren hacer entender”. Sin embargo, subraya que siempre ha habido un “discurso racista y discriminatorio” en alguna parte que no quiere ver la realidad.   Tras la charla con Carmen Domínguez la autora ha firmado ejemplares de su novela en la caseta de firmas ubicada en la plaza Mayor con gran aceptación por parte del público. 

PRESENTACIÓN DE DIARIO DE LO NO VIVIDO’, DE ESPERANZA ORTEGA.

Mientras, la Sala de las Vidrieras del Círculo de Recreo ha acogido la presentación de ‘Diario de lo no vivido’, de Esperanza Ortega, editado por Dilema. En este poemario la autora sintetiza su visión de la poesía, caracterizada por una mezcla de intimidad, imaginación y autenticidad, permeable.

FERNANDO SOLÍS Y PABLO ALBO, EN EL PABELLÓN DE LA PLAZA MAYOR.

El pabellón de la Feria ha contado con Fernando Solís y su taller infantil ‘Dibujando con Astro Ratón y Bombillita’, en el que los niños han podido adentrarse en el mundo del cómic y crear un guion único para estos personajes. Después ha repetido Pablo Albo, pero esta vez para contar cuentos a las personas adultas en ‘Cuentos poco edificantes’.]]>